Biografía de Boris Alekseev
Biografía de Boris Alekseev, pintor emerito ruso, sus obras se encuentran en colecciones particulares a lo largo del mundo y en conocidos Museos rusos como Tetriakov
Enrique Sánchez Argandoña
12/21/20235 min leer
BIOGRAFíA BORIS ALEKSEEV
Boris Alekseev pertenece a la generación de artistas que conservaron felizmente el don de la visión poética. No ofrece una descripción impasible, su talento es de una visión innata. Las soluciones coloristicamente complejas no son lo más importante del pintor. Sus obras, sean paisajes, retratos o cuadros de género, buscan como lo esencial la veracidad de lo plasmada, principio de observación, vivo movimiento del pincel. Boris Alekseev nació en un pequeño pueblo de Voronezh, en el corazón de Rusia. Ahí empezó su camino artístico. Sus obras de principiante enseguida llaman la atención del famoso patriarca de la pintura, Kotliarov, Alekseev prosigue con los estudios artísticos en el Instituto de Bellas Artes. Entre los más tempranos motivos de sus estudios está la naturaleza de Rusia, las estrellas del río Don, la tibia luz de la luna, caminos borrosos otoñales con restos de nieve derritiéndose o prados verdes hasta el horizonte….. Habitualmente, estos bocetos y esbozos se convierten más tarde en unas serias obras concluidas. Así, los bocetos “En el Don” con sus imágenes del río al amanecer y anochecer, coloridos dorados del agua y cielo, pequeña lancha perdida en la superficie del gran río, terminan formando un cuadro maduro que posteriormente aparece en las más prestigiosas exposiciones moscovitas. “El Anochecer en el Don” forma parte de la exposición de la principal sala de exposiciones de Moscú y está adquirido por el Fondo del Ministerio de Cultura de Rusia. El destino de Boris Alekseev se forma de una manera no muy habitual. Desde la tímida belleza lírica de Rusia hacia la exposición de los colores tropicales de Madagascar, Polinesia, África……. Desde las orillas del río ruso, el destino deparará a Alekseev surcar miles de millas oceánicas en el Pacífico, Atlántico e Índico.
En 1979 tiene lugar en Rusia el XIV Congreso Oceanológico Internacional. Como pintor participe, alekseev forma parte de la expedición científica Oceanológica. Junto a la expedición, el artista surco miles de millas por los océanos. En unas condiciones extraordinarias nacieron una serie de retratos de los científicos ocenólogos, rusos y extranjeros, de los isleños nativos, paisajes coloridos llenos de luz tropical y principalmente diferentes rostros de la naturaleza del océano. Las obras de Alekseev en los paralelos australes del planeta están marcadas por las vivencias reales en los nuevos mundos, comprensión profunda de su particularidad y belleza. Los cuadros “La nube en el espejo del océano” y “Catamarán en la laguna” reflejan Madagascar y la Polinesia. La exquisita y fina pintura no es el objetivo del artista. El estado de paz, la atmosfera de luz y sol es lo que transmite con una pincelada firme y ligera. Pero “La puesta de sol en Madagascar”, isla de fuego, las flechas ardiendo detrás de la silueta oscura de las montañas, lleva una intensidad informativa diferente. Es de interés especial el ciclo de trabajo de Alekseev de Papúa Nueva Guinea, Aldea Bongu, donde hace más de un siglo vivió y trabajó el científico ruso N.N. Miklujo-Maklai. Entre otros miembros de la expedición que se atrevieron a desembarcar en la costa que lleva el nombre de Miklujo-Maklai estaba el pintor alekseev. Su ciclo difícil de comparar fue realizado en una región con mala fama de canibalismo. “Un de la aldea Gongú”,”Un aborigen joven con traje ritual”,”Aldéa Bongu al medio día” componen la serie de dibujos a lápiz dedicados a la vida y costumbres de los isleños. Esta serie posee no solamente un valor estético sino también etnográfico. El dominio perfecto de técnicas y medios, sean acuarela, óleo, pastel, lápiz u otros, permite al artista crear una cantidad enorme de esbozos y estudios, entre ellos “El rostro del océano”, en sus estados cambiantes. El boceto “El amanecer en el océano” lleva unos destellos finos de color; el cuadro “El misterio”, con una banda de de peces, como volando en el silencio verdoso, con la silueta de un barco hundido, no necesita explicaciones especiales. Las obras del pintor se distinguen por su sencillez y complejidad a la vez, son personales y únicas. El Boceto “Bahía nacarada. Madagascar”. Este pequeño lienzo lienzo adquiere gracias a las ligeras pinceladas del autor, una sensación de pureza de luz y florescencia del aire. El pastel “Puesta de sol em Madagascar” arde el colorido tropical. Las obras oceánicas en el artista no tienen análogos en el arte. El gran público des cubrió a Boris Alekseev en las salas de la Casa Central del Pintor en Moscú. En sus obras del periodo tardío el artista cambia la realidad por la fantasía. Así el cuadro “Stepán Razin”, realizado por alekseev en su estudio en el Cáucaso, el pintor recrea la imagen del héroe popular ruso navegando por el Volga, rio padre ruso. La solución decorativa y monumental añade al cuadro un elemento épico. Junto con las obras monumentalistas Alekseev crea obras de cámara. En ellas, como en sus trabajos tempranos, siempre está presente la visión lírica de las cosas cotidianas. No existe en toda su obra ni una gota de indifererencia. El bodegón “La primavera” está creado en su estudio del Cáucaso. Es un sencillo ramo de flores en una atmosfera tierna, bordada de luz.
Boris Alekseev trabaja con distintas técnicas, variando materia densa y transparencia sutil. La base de todas sus obras la componen una gran cantidad de trabajo, visión festiva de la realidad, colorido impecable, profesionalidad técnica y estudio completo del objeto de la obra. Uno de sus últimos cuadros, “El retrato de la esposa en el jardín” lleva una diversidad de tonalidades del color verde, una luz del sur cálida y cariñosa. Durante los últimos años el pintor trabaja con más expresividad, más asiduamente, como queriendo llegar a realizar lo pensado. Por lo visto, las personalidades con más talento emocional suelen predecir el futuro… En 1994 Alekseev y su familia, María Plakhova, esposa y Natalia Kirillova su hija, ambas pintoras también, están planeando un viaje a España, país que vislumbró el artista cual espejismo por el camino por Gibraltar hacia el Índico. A ese periodo de sueños de conocer España le corresponde el cuadro “Fantasía de la nunca vista corrida de toros”. Pero el destino decide otra cosa. En su estudio Caucasiano, literalmente con el pincel en la mano pierde el conocimiento. El 20 de mayo de 1994 el pintor emérito de Rusia muere de apoplejía sin haber conocido jamás España. Su familia sólo pudo sacar de Rusia una pequeña parte de su obra…. Muchos de sus trabajos se encuentran en los museos Rusos y en colecciones particulares.